dipinto di Eric Bowman
I sonetti della morte - Gabriela Mistralprimo sonetto
Ti coricherò nella terra soleggiata con una
dolcezza di madre per il figlio addormentato,
Poi spolvererò terra e polvere di rosa,
e nel azzurro e lieve polverone di luna
le spoglie leggere resteranno imprigionate.
Mi allontanerò cantando le mie vendette leggiadre,
perché in questa profondità recondita le mani di nessuna
scenderanno per disputarmi il tuo pugno di ossa !
trad. Federico Guerrini
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De nicho helado en que los hombres te pusieron
te bajare a la tierra humilde y soleada.
Que he de morirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de sonar sobre la misma almohada.
Te acostarè en la tierra soleada con una
dulcembre de madre para el hijo dormido,
Luego ire espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvereda de luna,
los despojos livianos iran quedando presos.
Me alejare cantando mis venganzas hermosas,
porque a ese hondor recondito la mano de ninguna
bajara a disputarme tu punado de huesos!
De nicho helado en que los hombres te pusieron
te bajare a la tierra humilde y soleada.
Que he de morirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de sonar sobre la misma almohada.
Te acostarè en la tierra soleada con una
dulcembre de madre para el hijo dormido,
Luego ire espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvereda de luna,
los despojos livianos iran quedando presos.
Me alejare cantando mis venganzas hermosas,
porque a ese hondor recondito la mano de ninguna
bajara a disputarme tu punado de huesos!
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